22.3.11

EL PROBLEMA DEL DÍA DESPUÉS

Lo están haciendo tan mal que van a dejar, no sólo el país, sino su propio partido, hecho unos zorros. ¿Quién va a quedar para hacer oposición? Una oposición constructiva, que controle, que vigile el sistema y sirva de muro de contención de la expansiva alegría de la prepotencia de los habituales oportunistas neoconversos que acudan en auxilio del vencedor sin adversario, que ejerza de necesario contrapeso democrático para que el sistema funcione como hace años que no funciona. Una oposición que sea verdadera alternativa y reservorio de alguna ideología todavía salvable. Pero el problema será que cuando el nivel del agua de su barco sea tan alto que sólo se puedan salvar unos pocos, serán esos pocos los que traten de asegurar durante cuatro años su sueldo en las listas, entre otras cosas, ante el pánico de no saber hacer otra cosa que no hacer nada productivo. J.A.

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