16.4.12

14 de ABRIL

El problema no es que S.M. el Rey se haya ido de viaje público o privado, el problema no es saber qué pasó institucionalmente con la Jefatura del Estado en esos días, el problema no es que informara o no al Gobierno del Reino de España, el problema no es quién pagase el viaje y los gastos de la cacería, el problema no es saber a cambio de qué, el problema no es saber quién paga los gastos de seguridad y traslado, el problema no es matar un elefante, el problema es la falta de ética que demuestra un mal ejemplo como ése por parte de quien hace unos meses nos pedía sacrificios para todos. Será legal, pero no es el ejemplo que el ciudadano español espera del primer ciudadano del Estado. ¿Con qué cara visitará zonas deprimidas o afectadas, con qué cara estrechará la mano de cualquier ciudadano que, estando en paro, podría vivir todo un año con el dinero que supone simplemente el coste de disparar un tiro para abatir a un elefante?. No están los tiempos ni para malos ejemplos ni para caprichos particulares, por muy Rey que sea. Sólo hubiera faltado que nos intervinieran y que él hubiera estado fuera, o en el casino o de putas, al más puro estilo borbónico. J.A.